Mike Brodie
A Period Of Juvenile Prosperity
Sala Rajolers
Desde los inicios del ferrocarril, ha habido personas que han viajado en ellos ilegalmente. Algunos historiadores citan el final de la Guerra Civil de Estados Unidos como el origen de esta práctica, ya que los soldados, a menudo desamparados, saltaron a los trenes de carga para regresar a casa. Las crisis financieras y los desastres económicos también precipitan el movimiento: los vagabundos viajaron en trenes en busca de trabajo después del Pánico de 1893 y durante la Gran Depresión. Sin embargo, las razones para viajar en tren no siempre son tan simples. Mucho antes del automóvil y de las autopistas, montar en un vagón sin boleto prometía escape y redención.
Aquí, en los márgenes de la sociedad, era posible romper reglas y convenciones, o al menos evitar enfrentarse a ellas regularmente. Viajar en un tren de carga, sin invitación, es una pequeña rebelión, y tal vez no sea sorprendente que el fotógrafo Mike Brodie haya llamado a este proyecto que documenta a los viajeros del tren del siglo XXI «A Period of Juvenile Prosperity». Aquí hay ironía: en el siglo XXI, los ferrocarriles norteamericanos están cada vez más alejados del público, cada vez más protegidos por vallas, cámaras y guardias de seguridad.
A pesar de esto, estas compañías de transporte altamente regimentadas siguen siendo un refugio ilícito para muchos. Una cultura vibrante que rechaza la autoridad todavía encuentra su hogar en un sistema que se basa en el principio de autoridad.

Mike Brodie (1985, Estados Unidos) conocido por el apodo de «Polaroid Kidd», nació el 5 de abril de 1985 en Estados Unidos, en la ciudad de Mesa, en el estado de Arizona. Brodie comenzó a viajar en trenes en 2002 a la edad de 17 años, donde se enamoró de la cultura que llamaban «train-hopping». Fue en 2004 cuando un amigo le regaló una cámara Polaroid, y comenzó a fotografiar sus viajes sin la pretensión de convertirse en artista. Brodie recorrió 200,000 millas en tren por todo Estados Unidos mientras acumulaba fotografías durante los siguientes cuatro años tomadas con una Nikon F3, creando así una colección autodidacta de viajes por Estados Unidos.
Fue en 2008 cuando recibió el Premio Baum para artistas emergentes de América, publicando posteriormente el libro «A Period of Juvenile Prosperity» con fotografías tomadas durante esos años, siendo uno de los mejores fotolibros de 2013 y también realizó diferentes exposiciones. Nunca abandonó su amor por la fotografía, pero hizo una pausa para trabajar como mecánico diesel y camionero, siendo un trabajador, viajero y espléndido fotógrafo.
Con la colaboración de Fujifilm