Ana Tornel
Espíritus Transitorios
Fábrica en abandono. Durante siete días Ana Tornel se apropia del lugar. Entonces, ocurre lo inesperado. Hombres y mujeres regresan para contarnos su trabajo y sus vidas de aquellos tiempos. Con sus ruidos mecánicos, sus gestos precisos en las máquinas. Suspendidos en el espacio, aún flotan cada mirada, cada palabra, el eco de un ayer fantasmal, tan profundamente inscrito en cada rincón que ya es indeleble. Tal como le habría gustado a Lewis Hine.
Mañana, aquella fábrica se convertirá en el actual museo del Textil de Vilassar de Dalt. ¿Cómo ilustra el instante fotográfico ese paso suspendido entre inminencia y reminiscencia? A través de los objetos, fija la languidez metafísica que invade las imágenes. Sin duda, la magia fotográfica consiste en armonizar tiempos desconectados con el momento presente, hilvanando con todos sus hilos la trama única de la que provienen.
Persistencia retiniana en la encrucijada del tiempo. Huellas de un cansancio eterno, del que los hombres solo se liberan gracias al olvido. Ese olvido que acaba revelándose como el tema central de este lento proceso de desaparición, del cual la imagen pretende ser testigo y a través del cual se manifiesta la extrema contemporaneidad de la mirada de la artista. Regresar a la presencia en el vértigo de los tiempos vividos, en la extrañeza concreta de nuestra realidad repleta de artefactos, máquinas, ambiciones, que al final pesan lo que pesan los sueños.

Ana Tornel (Madrid)
Después de haber realizado una formación en fotografía profesional en París, continúa su carrera en esta ciudad como fotógrafa freelance.
El descubrimiento del colodión húmedo en 2012 fue el trampolín que la impulsó hacia nuevas vías de exploración fotográfica. A través de su práctica, se distancia deliberadamente de los criterios estéticos de moda y nos invita a una contemplación diferente de lo cotidiano.
Su obra, expuesta desde hace años en Europa y América, también aparece regularmente en publicaciones especializadas y libros.